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Taller de fabricación de jaulas |
El verano ha llegado a Xai-Xai. Los
días son un poquito más largos, el calor aprieta sobre todo entre
las 11 y las 14 horas y estamos a la espera de que las lluvias de la
estación húmeda empiecen a caer sobre nuestras cabeza. Y a
Khanimambo, por supuesto, también ha llegado el verano. Si bien
durante el resto del año la Escolinha de la Fundación es un
lugar de estudio y refuerzo escolar, en esta estación, ya con las
vacaciones escolares en marcha y los niños con muuuucho tiempo
libre, este lugar se transforma para dejar paso al curso de verano.
El proyecto Ungata (“diversión”
en Changana, el idioma local) empezó a rodar hacer ya tres años y
no es otra cosa que aprovechar las
vacaciones escolares de los niños de Khanimambo para, por medio de
talleres, aprender a hacer cosas que sean útiles para el día a día
de los niños y por supuesto pasarlo muy bien en estos días de
calor. Los más o menos cien niños que participan en el curso de
verano (en época escolar hay casi el doble) se dividen en grupos o
equipes que tienen nombres de fruta. Y así
tenemos al equipe laranja, el mango, el ananás
(piña), el banana, la guayaba, la maça (manzana), masala
(¿?), el morango (fresa), maracujá, uvas y cereja.
Para saber bien a qué equipo pertenece cada niño (y aprovechar para
pasar lista por las mañanas) se le da a cada niño una cinta de tela
de un color, cinta que unos se ponen en la mano, otros en el cuello y
¡otros en la frente, al estilo Ninja! Ideal para jugar más tarde al
mítico juego que me enseñaron las americanas en las Cataratas
Victoria.
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Laborioso proceso de fabricación de esterillas |
¿Y qué se aprende en el curso de
verano? Unos hacen dibujos y manualidades; otros muñecas con retales
de capulana (os hablaré de ello un día, es la tela mozambiqueña
que sirve para casi todo); otros están fabricando unas jaulas con
ramas de árbol cuya utilidad es guardar gallinas dentro; otro grupo
ha terminado ya unas preciosas paneras de mimbre, unos han logrado
acabar unos bolsitos de mimbre para guardar el dinero, otros unas
escobitas para barrer, otros forman parte del taller de bordados,
unos más del de croché y los mas pequeños pasan la mañana
practicando nuevos bailes y cantos. Cada grupo trabaja con alegría
pero con concentración, enseñados por un profesor de Khanimambo o
de algún colaborador extra que enseña el
trabajo a los niños. Y de verdad que son cosas útiles,
porque los bolsitos de mimbre se pueden vender por unos cuantos
meticais (la moneda de Mozambique), al igual que las muñecas,
las paneras o las cestas para las gallinas. Se vendan o no, son todos
artículos utilísimos y de uso corriente en Xai-Xai.
Un taller me llamó particularmente la
atención. Con hojas de una planta que se recoge en el río y
posteriormente se seca se confecciona la “cama de África”: una
esterilla que me recuerda a la que llevábamos a la playa hace muchos
años y que aún puede verse en algunos lugares. Aquí no se utiliza
para la playa, sino que, en la mayoría de las casas de Mozambique,
es la cama que evitara dormir directamente sobre el suelo. Su
fabricación es muy curiosa, ya que la paja se sujeta utilizando hilo
de plástico reciclado de saco, y por lo tanto lleva un laborioso
proceso de deshilachar el plástico de estos sacos primero,
enrollarlo en unas maderas y con estos
ovillos trenzar poco a poco la paja para dar forma a la esterilla.
Playa de Xai-Xai |
Las “sextas feiras” (viernes, en
portugués) es el día de playa. Los niños se reúnen en Khanimambo
para desde aquí ir a la playa de Xai-Xai (unos 10 minutos a pie
desde la Fundación). Y allí es la fiesta permanente: unos (los más
pequeños) chapotean en la orilla; otros (los mayores) nadan un poco
mas adelante; casi todos se entretienen cazando algún cangrejo
despistado y hay quien se atreve a intentar pescar una morena con un
palo, un hilo y un caracolillo de cebo. No faltan los partidos de
fútbol en la arena, las palas y la recopilación de conchas de mar,
pero en cualquier caso si coincide con marea baja grandes y pequeños
puedes bañarse sin riesgo en las aguas del Índico.
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¿Quién ganará hoy el concurso de desfiles? |
Cada día, a las 10 y media, y antes
del almuerzo que se sirve a las 11 de la mañana, cada equipo forma
en filas enfrente de los profesores y cantan y bailan para ganar
alguno de los 3 primeros premios que se entregan a los que lo hagan
mejor y sobre todo pongan más ganas en su actuación. No tengo
palabras para describir la ilusión de los equipos naranja, guayaba o
cereza, por decir sólo algunos, cuando día tras día inventan una
nueva canción y un nuevo desfile para conseguir una bolsita de
caramelos. Creo que es el mejor momento del día en Khanimambo, sobre
todo porque ahí es cuando se escuchan canciones como esta, que creo
que no necesita traducción)
Quem quere cantar conmigo neste mes
de verâo
Quem quere cantar conmigo neste mes
de verâo
Eu quero, eu quero, eu quero cantar
contigo
Quem quere dançar conmigo neste
curso de verâo
Quem quere dançar conmigo neste
curso de verâo
Nós queremos, Nós queremos, Nós
queremos dançar contigo.
(y entonces los grupos se juntan...)
Nós queremos, Nós queremos, Nós
queremos cantar convosco
Nós queremos, Nós queremos, Nós
queremos danzar convosco
¿Te has gustado las fotos? La mayoría son de la Fundación Khanimambo, y puedes ver más del curso de verano en este link
Un placer leerte y soñar
ResponderEliminarCrónicas como esta me hacen replantearme muchas cosas, entre ellas mi futuro, pero sobre todo lo mucho que se tiene que aprender allí.
ResponderEliminarHe conocido hoy la fundación y la labor que hacéis es sensacional. Para lo que necesitéis desde aquí, y desde este momento, tenéis a alguien con quien contar. Un abrazo.