Montañas omnipresentes en Lesoto |
Bienvenidos a Lesoto, el “reino
mágico de las montañas”, el hogar del pueblo basoto, el país
más alto del mundo (considerando que su punto más bajo, 1.300m de
altitud, es el mas alto del planeta) y, sin lugar a dudas, el más
auténtico de los lugares que haya conocido desde que comenzara a
explorar África.
La cerveza nacional sólo se puede probar en Lesoto |
Lesoto, rodeado en su totalidad por
territorio sudafricano, con una extensión de 30.000 km2 y una
población de apenas dos millones de habitantes, es el más pobre de
los países de la región, pero es testigo de una Historia
rocambolesca y casi increíble que le ha permitido no sólo seguir
independiente a pesar de la amenaza de su vecino sudafricano, sino
también mantener con orgullo sus costumbres ancestrales y un modo de
vida que, en ocasiones, parece ciertamente medieval. Según me dijo
un guía turístico que conocí hace unos días, “el único motivo
por el que los ingleses dejaron a Lesoto ser independiente fue porque
no encontraron nada de valor allí”. Y, si por “algo de valor”
no entendemos cultura e historia, efectivamente Lesoto no es un país
rico. La mayoría de los basotos viven de la agricultura y la
ganadería y unos pocos empiezan a hacer algo de dinero con el
turismo. Reconozco que he visto en Lesoto técnicas agrarias que
antes sólo había visto en películas, como el uso de bueyes y
yuntas tirando de un rastrillo para arar la tierra.
El pastoreo es la forma de vida de la mayoría de los basotos |
Los basotos,
que hablan el idioma sotho, nunca sufrieron la política del
Apartheid de su vecino, por lo que los dos mundos que he visto en
Sudáfrica no son tales aquí. Y, como consecuencia, el trato con el
blanco y el extranjero es muy cordial. De hecho, podría
decir que es el país más hospitalario y cercano que he visitado en
el sur de África. Esto no riñe con su orgullo como nación, su
conservación de costumbres y la preservación de una cultura patria.
Por ejemplo, el uso del manto basoto (una manta de lana sujeta con un
imperdible y que hombres y mujeres se colocan de manera diferente)
que la mayoría de los habitantes no urbanos del país
visten en su día a día para protegerse del intenso frío.
Muy poco a poco Lesoto se abre al turismo |
Y, sobre todo, Lesoto es el país de
las montañas. La mayor parte del país está por encima de los 2.000
metros y la cordillera Drakensberg ocupa toda la parte este del país
conformando la frontera con Sudáfrica. Como dije, de todos los
países del mundo Lesoto tiene el punto inferior más alto y la
montaña Thabana-Ntlenyana (3.482m) es la más alta de África
después del Kilimanjaro. Se mire donde se mire, en cualquier parte
del país, uno puede ver montañas a su alrededor, lo que le permite
ser un privilegiado lugar para la escalada, el trekking, el esquí
(tienen alguna pista en el interior del país) o los paseos en pony
(uno de los animales más importantes del país). El agua se puede
considerar la mayor riqueza del país y, de hecho, con el apoyo de
Sudáfrica (que necesita el líquido elemento proveniente de Lesoto)
se ha llevado a cabo en los últimos años vastas obra civiles para
el aprovechamiento del agua de las montañas, entre ellas algunas
presas descomunales.
Probablemento, la gente más hospitalaria del sur de África |
Lesoto no es un lugar fácil, ni mucho
menos, para el turista. A veces parece que uno llega aquí por
casualidad, pero una vez dentro es complicado salir: en parte por las
difíciles condiciones de vida y de transporte, en parte por el
encanto de un país aislado por su propia geografía. Fuera de casi
todas las rutas turísticas que recorren el sur de África, Lesoto es
una isla en tierra en la que el viajero sentirá la dureza y la
belleza de un modo de vida muchos muchos años atrás en el tiempo.
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