lunes, 1 de octubre de 2012

Botsuana sobre el agua


En contraste con la manera en la que Namibia me había recibido, tratado y despedido, la primera impresión de Botsuana fue ciertamente desagradable. Wilson, el guía turístico de Zimbabue que venía de hacer unos negocietes en Namibia, fue el encargado de recogerme en Windhoek y cobrarme una ridícula cantidad por el viaje de 12 horas entre la capital namibia y Maun, ya en Botsuana. Sobre el viaje sólo comentaré que lo que parecía una generosidad ilimitada recogiendo a todo aquel autoestopista que apareciera en la carretera se convirtió en un buen negocio, pues al parecer el autoestop aquí no es gratis, sino que se paga una cantidad pactada de antemano y que suele ser la mitad de lo que cuesta el trayecto en bus local.

Wilson calculó su trayecto hasta Zimbabue pensando en el paso fronterizo de su país, lo que suponía que a mí me dejaba en Maun sobre las 12 de la noche. Para entonces, yo ya había conseguido reservar una tienda de campaña en el Audi Camp, que mi infalible Lonely Planet califica como “el establecimiento para mochileros más económico de la ciudad”. Parece que en los últimos años los mochileros se hicieron ricos y Audi Camp se convirtió en un resort de lujo que me cobró por mi “deluxe tend” lo que acostumbro a pagar por 8 noches en otros sitios. Pero dadas las horas que eran, no tuve más opción. Eso sí, nunca me había alojado en una tienda de campaña con dos camas enormes, tocador y baño completo dentro de la tienda.

Al día siguiente di con mi mochila en el sitio que de verdad me corresponde, el Old Bridge Backpackers, un lugar encantador al lado del río, con una animado bar donde algunos borrachos lo estuvieron durante los 3 días que estuve allí y de donde salen los que sin duda son los viajes al delta del Okavango más baratos de la zona.

¿Botsuana? ¿Delta del Okavango? Supongo que para muchos Botsuana es el lugar donde nuestro campechano monarca se rompió la cadera cazandoelefantes. Y eso no es casualidad, ya que con el descubrimientos de unas minas de diamantes hace unos años, este país del tamaño de España y poco más de millón y medio de habitantes se posicionó como destino exclusivo para turistas, resorts de lujo y safaris privados. El mayor atractivo del este país lleno de vacas (uno de los mayores exportadores de vacuno del mundo) es el Delta del Okavango. El delta se origina cuando el caudaloso río Okavango, proveniente de Angola, se dispersa en forma de D e inunda unas tierras en donde el desierto del Kalahari empieza sus dominios. Al parecer, se trata del único delta del mundo que no está situado en la desembocadura de un río y lo cierto es que es un lugar espectacular.

Pero visitar el delta no es fácil, ni desde luego barato. La mayor parte de los turista escasos de presupuesto nos conformamos con ver el delta oriental, más cerca de Maun (la ciudad más cercana) y no el delta norte, donde sólo un vuelo desde Maun y poder pagarse la noche en uno de los hoteles de lujo de la zona permite visitarlo. Pero eldelta del Okavango es el delta del Okavango y posiblemente cuando recuerde Botsuana recordaré dos cosas que me pude sentir aquí: el paseo en mokoro y la cercanía del hipopótamo.

Nadie se acerca demasiado para ver al hipopótamo en acción
El mokoro es una piragua estrecha en la que caben apenas tres personas, hecha de madera de ébano (aunque, como me contó uno de los guías, ya se hacen de fibra de vidrio por motivos ambientales) y que es la manera más cómoda y práctica de navegar por las curiosas aguas del delta. Viajar en mokoro durante horas, entre los juncos, atravesando canales que las propias piraguas crean a su paso, en aguas poco profundas donde cientos de especies de aves tienen su hogar, es un placer difícil de describir. El mokoro avanza silencioso, sigiloso, flotando sobre unas aguas tan limpias y cristalinas que, de hecho, su pueden beber sin problema. Uno se pregunta cómo será capaz el patrón de la piragua de orientarse por el delta, pero lo cierto es que lo consiguen sin dificultades y te llevan a la isla donde uno se dispone a pasar un día en aislamiento absoluto.

Y es que la experiencia del delta debe incluir la reclusión en alguno de los terrenos perdidos delta adentro, donde la vida es salvaje y los animales campan a sus anchas. Durante el día o dos que uno pasa en el interior del delta tiene que ser auto suficiente para dormir y cocinar, pues allí no hay, obviamente, nada. El agua para beber y cocinar se saca del río, y sólo el fuego puede calentar la comida. Afortunadamente, el río ofrece piscinas naturales de agua cristalina donde, tras comprobar que los cocodrilos o hipopótamos no las frecuentan, uno se puede dar el gusto de nadar en agua dulce y transparente.


Atardecer desde el mokoro

Y, cuando llega el atardecer, el patrón del mokoro te lleva, silenciosamente, hasta una piscina un poco más amplia donde, salvo mala suerte extrema, espera otro plato fuerte del lugar: el señor hipopótamo. Gordo, aparentemente torpe, con patas cortas y piel oscura, el hipopótamo es el animal que más personasmata en África. Se trata de un animal muy agresivo, no sólo con el ser humano si este se acerca demasiado (y ni hablar de cuando están las crías cerca) sino con su propia especie. Al parecer, el 50% de los hippos mueren por peleas entre ellos, y el resto simplemente de viejos. Así que toda precaución es poca cuando uno se acerca a la piscina donde se refrescan, antes de la puesta del sol.
El señor hipopótamo

Una visita breve (y barata) al delta oriental termina con un largo paseo en una de las islas cercanas, a la que obviamente también se accede en mokoro. Resulta imprescindible seguir en todo momento la fila del guía, pues un pequeño despiste y adentrarse en la zona equivocada puede suponer, de verdad, toparse con un búfalo o un elefante, quizá con una hiena y hasta con un león. Por fortuna, el guía explica antes del paseo la manera de enfrentarse a todos estos animales: nunca se corre delante de un león; se sube uno a un árbol frente a un búfalo; y se corre en zigzag y con el viento a favor delante de un elefante. Uno se queda mucho mas tranquilo sabiendo esto de antemano.  

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