jueves, 27 de septiembre de 2012

Hasta pronto, Namibia


En Namibia el sol sale de detrás de una duna y se pone en alguna playa del Atlántico donde miles de focas hacen un ruido ensordecedor.


Uno se despierta temprano para ver desayunar a las jirafas en Etosha, y se acuesta más pronto aún con la hoguera todavía humeante al lado de la tienda de campaña, en Namibia.

El tiempo pasa despacio en Namibia cuando se espera la llegada de un rinoceronte sediento a la charca donde el turista aguarda, pero los segundos son eternos cuando se desciende a toda velocidad por una duna, subido a una tabla de sandboarding.

 

El sol quema la frente a mediodía en alguna salina naturalmente decorada con árboles petrificados, pero el frío del desierto congela el cuerpo incluso dentro de las tiendas de campaña,a pesar de la excelente compañía, en Namibia.


Namibia te recibe con una sonrisa si tienes suerte de conocer a personas maravillosas como Sarah Kasupi, y te despide con otra cuando la funcionaria de la frontera no deja de mirarte mientras escanea tu pasaporte.

Hasta pronto, Namibia.

1 comentario:

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